Las aftas (úlceras, ampollas o llagas) en los bebés y niños son muy frecuentes. Pueden ser muy pequeñas como el tamaño de un alfiler, y en otros casos son grandes como una moneda. Pueden también presentarse de manera solitaria o en grupo. Su apariencia es de un color blanco o rojizo.

Las aftas producen mucho dolor y molestia para comer, beber, hablar, y a la hora de la higiene bucal ya que el niño suele estar irritable. En ocasiones, los niños también presentan pérdida de peso por la falta de ingesta.

Dependiendo de la causa, es en donde se presentan, la duración en boca y la cantidad de lesiones, por eso es importante la valoración del especialista para determinar el tratamiento adecuado.

¿Cuáles son algunas causas?

Los bebés y los niños tienden a chupar objetos, sus manos o sus pies sucios. Una de las causas podría ser por la hipersensibilidad a las bacterias que se encuentran en la boca del niño, irritándose la mucosa y apareciendo estas lesiones.

Lesiones traumáticas

En ocasiones, al momento del cepillado dental o algún trauma con objetos que se colocan en la boca, llegan a ocasionar este tipo de lesiones.

Mordedura posterior a la aplicación de anestesia local

Después de algún tratamiento dental que conlleve anestesia, es común que los niños empiecen a morderse el labio o carrillo (cachete) por la sensación de adormecimiento. Cuando esto ocurre se puede ocasionar una ampolla grande, color blanquecino que molesta al momento de tocar o manipularla.

Fiebre o baja de defensas

Es común encontrar aftas después de que presentan fiebre por diferentes motivos, así como una baja de defensas o falta de vitaminas.

Algunas enfermedades que las pueden producir

• Enfermedad «mano-pie-boca»: Causada por un virus. Se pueden producir pequeñas epidemias en las guarderías porque se contagia por la saliva y las heces. Además de las aftas, salen unas vesiculitas en las palmas de las manos y plantas de los pies.
• Herpangina: Enfermedad benigna, con presencia de fiebre, que produce aftas en la parte del paladar y las amígdalas.
• Gingivo-estomatitis herpética: Similar a la anterior, pero de evolución más larga y con mayores molestias porque la fiebre suele ser más alta y puede durar hasta una semana. Producida también por un virus y es contagioso.

Es importante consultar también al pediatra y odontopediatra cuando presenten estas características.

Tratamiento

La presencia de aftas en boca se curan solas al cabo de 7-10 días. Algunos tratamientos para calmar las molestias de tus niños e intentar que cicatrice la mucosa rápido sin presencia de bacterias son los siguientes:

• Dar al niño algún analgésico como paracetamol (según lo que su médico indique).
• Hidratar constantemente.
• Dieta libre de grasas e irritantes, no frutas ácidas ni alimentos caliente para evitar irritación y más molestia. Alimentos fríos (nieve, helado) ayudan a aliviar la sensación de dolor.
• Higiene estricta, lavar dientes con muy poca pasta dental y realizar enjuagues bucales que no contengan alcohol.

Si presenta una sola lesión, es recomendable la aplicación tópica de Propóleo en miel, ayudando a desinflamar la zona y desinfectar el área.

Si presenta varias aftas en boca, es recomendable realizar enjuagues por un minuto con dos medicamentos mezclados por igual (Melox-Benadryl), previamente fríos para calmar molestias, así como ayudar a la cicatrización.

Existen en el mercado productos como cremas o geles a base de anestesia local, sin embargo, no es muy recomendable, intentar con otras opciones y ver como última opción las cremas.

En caso de presentar alguna enfermedad anteriormente descritas, su médico de base determinará el tratamiento sistémico ideal, como antivirales.