La caries dental es el problema de salud pública más común en los niños. Esta enfermedad dental se presenta, cada vez más, en niños menores por la falta de higiene y la gran cantidad de consumo de azúcar.
La caries puede presentar graves repercusiones en la salud general del niño como dolor, infecciones faciales, hospitalizaciones, disminución del desarrollo físico y en la capacidad de aprendizaje ya que hay disminución de ingesta de alimentos por dolor.
Está comprobado que un niño que sufre de caries en su etapa de dientes de leche, será propenso a desarrollarlas en edad adulta.
Factores que intervienen en la formación de caries
Entre los factores de riesgo que intervienen en la formación de caries se encuentran:
- Falta de higiene dental
- Uso de biberón o lactancia materna constante y nocturna
- Consumo elevado de azúcares (carbohidratos fermentables) ya sean sólidos o líquidos
- Agregar miel, chocolate, azúcar, vainilla, etc. en leche de niño.
- Presencia de placa dentobacteriana visible (masa blanca que se forma después de comer)
- Flujo salival reducido
- Una valoración con especialista tardía o nula.
La prevención de esta enfermedad debe instaurarse desde el embarazo, la revisión del recién nacido y establecer citas de control y seguimiento con el estomatólogo pediatra.
Prevención de las caries a temprana edad
El factor clave para la prevención es el hábito de higiene bucal, entre más temprano empiece la higiene, menor serán las probabilidades de que el niño desarrolle caries.
Aunque los bebés no presenten dientes, es importante la higiene bucal a esa temprana edad, retirar el excedente de leche en su boca con gasa húmeda. Al momento de la erupción de su primer diente, es importante la higiene del mismo y la valoración del odontopediatra para instruir a los padres de higiene y recomendaciones de dieta.
Los padres deben tener la información de cómo y cuándo realizar la higiene, qué pasta usar (por arriba de los 1,000ppm de flúor), qué cepillo usar (de acuerdo con edad) y qué técnica usar. Esto se valora de forma individualizada por parte del estomatólogo pediatra, por eso la importancia de acudir con especialista a tiempo.
Métodos de prevención
Cuando un paciente es valorado en el consultorio dental, hay métodos de prevención como la colocación de flúor y recalcificantes que, si se colocan de manera continua, puede prevenir de manera significativa la caries.
La limpieza continua (2, 3, 6 meses dependiendo de cada caso) con el especialista, le da una visión de qué tan propenso es el paciente a caries.
La colocación de selladores de fosetas y fisuras es otra técnica para evitar que los restos de comida se queden en las caras de la masticación de las muelas y algunos dientes así evitando descalcificaciones (manchas blancas) y caries.
Seguir una dieta saludable y no comer demasiados dulces, evitar la ingesta de líquidos con azúcares como refrescos o jugos procesados. Son de suma importancia para no desarrollar caries. Los tés o agua natural sin azúcar son una buena alternativa. Recuerda asistir con tu odontólogo pediatra de manera regular para que te guie en el cuidado de los dientes de tu pequeño.