Durante muchos años, el tratamiento ideal para restaurar un diente fue la restauración con amalgama. Esta consistía en eliminar el tejido afectado por caries, tallar una cavidad con una forma determinada, según la ubicación en la pieza dentaria y luego insertar directamente la amalgama en el diente, dándole la forma que correspondía a la pieza en cuestión.
Sin embargo, los requerimientos estéticos, principalmente, y la necesidad de un tratamiento más conservador (el tallado requería una mayor eliminación de tejido sano para poder conformar la cavidad), dieron pie para la búsqueda de una nueva técnica que pudiera satisfacer las necesidades funcionales y estéticas solicitadas por los pacientes.
Una solución más estética
Así fue que surgió lo que hoy conocemos como Resinas Compuestas o Composite. Este material, creado hace 55 años, consiste en una matriz orgánica viscosa y una fase dispersa en la cual se halla el relleno inorgánico, que está formado por minerales tales como cuarzo, silicato de aluminio, entre otros.
Existen diferentes tipos de resinas compuestas cuyas diferencias, básicamente, recaen en el contenido de material inorgánico (otorga propiedades de dureza y resistencia) y en el tamaño de sus partículas. La principal dificultad inicial de este material era buscar la cantidad justa de cada componente, ya que, si el relleno inorgánico era demasiado, las características estéticas eran deficientes, pero si no había suficiente relleno, se convertía en una restauración débil, muy propensa a las fracturas.
El avance de las tecnologías ha permitido encontrar el equilibrio entre ambos componentes, hallándose actualmente en el mercado composite altamente resistente y con una estética que se adecue completamente a las necesidades de los pacientes.
Es decir, que estos materiales cada vez tienen una mayor resistencia, adherencia y biocompatibilidad. Ahora no solo son más resistentes, sino que su estética ha aumentado de una forma muy considerable.
Anteriormente, el proceso de colocación era muy tardado, ya que el material requiere que el diente se mantenga limpio y seco mientras que la cavidad restaura, actualmente el tipo de material proporciona una manipulación óptima que permite que el procedimiento sea menos tardado.